sábado, 6 de junio de 2009

Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini


Santa Teresa está representada en el éxtasis del amor divino; es la expresión más viva y la más natural. Un ángel con una flecha en la mano parece descubrirle le pecho para clavársela en el corazón. La mira con un gesto tranquilo y sonriendo. ¡Qué divino arte, qué voluptuosidad! Nuestro buen fraile, creyendo que no lo entendíamos, nos explicaba este grupo. "E un gran peccato -acabó por decir- que estas estatuas puedan sugerir fácilmente la idea de un amor profano".

Es la cita de nuestro autor sobre esta obra de Bernini en la página 234 de la edición que seguimos.

3 comentarios:

MariaJU dijo...

Creo q me suena de algo, verdad Rafael? y a tenor de las palabras del frayle supongo q yo, por escribir lo q escribí inspirada en esta belleza escultorica, tengo un "pecato" de esos, no?, jejeje, ¡dulce pecato!

un abrazo amigo

Rafael Jiménez dijo...

Lisis: un "pecato" y gordo, diría yo...jajajaj!
Recuerdo tu interesante escrito al respecto ¿donde está? ¿quizás enterrado en el Tabernario Inferior? Me gustaría recuperarlo; e incluso ponerlo aquí.

Un abrazo.

Lisistrata dijo...

"...su gran lanza dorada... henchida de fuego... me penetró varias veces hasta mis entrañas... una dulzura tan extrema que nadie habría podido desear que se detuviera."
Sta. Teresa de Jesús

En estos metros tan sensuales y bellos se inspiró el maestro Bernini para hacer su magna obra, versos muy explícitos como ves y q cualquiera, sin ser demasiado listo, no relacionaría jamás con un éxtasis provocado por un encuentro con la divinidad, y en el caso de q así lo fuera, se podría afirmar q los efectos de dicha relación mística son iguales a los q produce un buen polvo con alguien de carne y hueso (jejeje). Fíjate qué rostro, es la expresión perfecta del placer... con razón la curia cardenalicia con el papa a la cabeza no vieron conveniente exibirla en el vaticano. Sólo con verla puede uno, con una pícara sonrisa, evocar el espasmo del deleite, así q es normal el clero quedara incitado a las bajas pasiones (bajas pasiones según su criterio, claro) con su sola contemplación (te imaginas a los curas tras las cortinas que pudieran poner frente a la santa con los ojos desorbitaos empajillandose a toa pastilla?, pa película tipo Santiago Segura).
Y su cuerpo? Su cuerpo parece estremecerse en convulsiones q mueven hasta la última célula de su desnudo y delicado pie (la sensación de movimiento del pies es una pasada, parece como si se hubiese soltado del resto del cuerpo y siguiera sacudiéndose sólo por el impulso obtenido, como cuando se cae el tapacubos de una rueda de un coche y este sigue rodando solo). jejeej, el ejemplo es un poco burdo, pero vale, no?
La cara del ángel, q es un serafín (su significado original es "el ardiente"), tb es muy explícita: sonrisa sarcástica y mirada socarrona, muy expresiva y para la ocasión, deja su pensamiento a la vista _"como se lo está pasando la cabrona ésta!"_ mientras q le apunta con la laza ardiendo (símbolo fálico) como si la hubiese sacado hace poco de sus entrañas o vete a saber de dnd (jejeje). y los rayos que salen por detrás, no se sabe si del amante q la eleva a tan alto goce o de su cuerpo en convulsión y ardiente q los irradia. Con razón Bernini la utilizó como símbolo del elemento fuego.
Bromas aparte, es una escultura perfecta y bellísima en la que este gran artista barroco clavó magistralmente la expresión del placer (no sabemos si orgásmico físico u orgásmico espiritual, o ambas cosas a la vez, en todo caso es el placer por antonomasia reflejado un bellísimo rostro)
Espero q te hayas divertido un poco con el comentario medio en broma medio en serio de tan preciosa escultura q me impactó cuando la vi por primera vez en mis años mozos y ahora me recreo nuevamente en su contemplación. Es lo q tienen las obras maestras, q lo mismo pueden ser admiradas por su genialidad y llenarte de la belleza q emanan, q le puedes sacar gotitas de humor y hacer sesión de risoterapia, q tb nos viene mu bien a todos.