viernes, 22 de noviembre de 2013

El bello ideal



[…] Olvidaba una gran discusión sobre el bello ideal en casa de la señora duquesa de B… El cardenal Spina, monseñor N. y M. Nystrom, joven arquitecto sueco, hablaron con mucho ingenio. Los primeros siglos de la pintura no tuvieron la menor idea del bello ideal.

Ved las pinturas de Ghirlandaio hechas hacia 1480, en Toscana. Las caras son de una vivacidad sorprendente, de una verdad encantadora. Se llamaba bello lo que era fielmente copiado; el bello ideal hubiera sido considerado como incorrección. Cuando este siglo quería honrar a un pintor, le llamaba el mono de la Naturaleza. Los pintores no aspiraban más que a ser espejos fieles; rara vez elegían. La idea de elegir no apareció hasta 1490.


22 de noviembre 1827, página 109.

Las dos imágenes proceden de Wikimedia Commons.

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